Septiembre 2025

669. Tremenda joda

Viste cómo soy yo, que cuando de festejo se trata me pongo alegre de más. Me desentiendo de mí mismo y de las responsabilidades, digamos. O, como dijo un amigo, me dejo ser. Ser. El resto del tiempo no soy. Quizás por eso soy actor. Porque no puedo ser yo, salvo por escenas particulares de mi vida: la actuación y las fiestas. Por eso o por la...

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668. Una vez más

Un pálido y casi congelado Jack se hundía, justo antes de que llegara el bote de rescate. De su boca emergieron las últimas burbujas de aire que le habían quedado en los pulmones. Su piel tan blanca fue casi lo único que hizo rebotar la poca luz de la noche en medio del océano heado. Justo entonces, ni bien salió de escena, el Hada de los Guiones...

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667. Inmoferroviaria

¿Alguna vez te imaginaste cómo sería vivir en la mansión más grande de Constitución? Vení, acompañame que te muestro este palacio de más de treinta mil metros cuadrados, que tiene casi ciento cincuenta años de historia y es todo un ícono de la historia de este barrio. Entramos por estas puertas de hierro, recién restauradas, de las cuales algunas...

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666. Robots

La fábrica era enorme. Un predio de treinta y cinco hectáreas con varios galpones separados por sectores. En total había unos novecientos trabajadores repartidos entre todas las áreas y tres turnos. Antes de la reestructuración de la empresa, los trabajadores compartían espacios comunes y, en algunos casos, rotaban de sectores. Un día, la empresa...

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665. Cabezas de poronga

Guido siempre había sido muy amiguero. Tenía su grupo con el que hacían casi todo juntos: las salidas, los partidos de fútbol o rugby, el club náutico. Incluso con algunos iba a la cancha a ver a River y con otros había estudiado en la universidad privada. Ese grupo se había formado en el colegio y después había tenido incorporaciones y...

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664. Perrera

Cuando se murió mi mamá me quedé sola con esta casa enorme. Y todavía más que la casa, el jardín, donde está enterrada una pierna de mi viejo —mamá no se quería desprender de todo su cuerpo; el cementerio nunca le gustó—. La casa era demasiado vacía para mí. La música y la radio borran el silencio un rato, pero no dan vida. El gato que mamá había...

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663. Cátedra internacional

Augusto era, por lejos, el peor alumno de la carrera de química de la historia de la facultad privada en la que se había anotado porque no reprobaban a estudiantes con la cuota al día. No le interesaba aprender. Su padre, ingeniero, le había exigido que estudiara algo y él, desganado, había elegido química porque, a veces, su padre le explicaba...

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662. Ludópata

Después de haber probado incontable cantidad de terapias para tratar su adicción al juego sin que ninguna le resultara, Luciano había aceptado la propuesta de un amigo: probar con un psicólogo que se dedicaba a terapias nuevas, más cortas, de impacto inmediato. Eso sí, le avisó que era algo más cara que una terapia normal. Al principio, Luciano...

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661. Sapo de otro pozo

Todos sabían que Álvaro Pomito, a pesar de tener un apellido un tanto idiota, era un tipo pesado. Empresario de la duda y lo turbio, siempre andaba en la noche en lugares exclusivos. Su sola presencia —la de los autos y los patovicas que lo acompañaban— se hacía notar. Quienes lo tenían a pasos notaban la calidad de su ropa fina y sus perfumes...

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660. ¿Y dónde estoy parado ahora?

Desde que el abuelo empezó a perderse entre nuestra realidad y la que le mostraba el alzheimer, que cada día se ponía más fuerte y violenta, mi hermana y yo entendimos que aunque el cuerpo todavía tenía para seguir unos años, José, el que había sido nuestro abuelo, se iba a borronear de a poco hasta extinguirse dentro de su cabeza. Verónica, mi...

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659. Alabado sea

—¡Alabado sea el Señor! ¡Aleluya, hermanos! —arengaba el presidente desde el escenario montado en la Avenida 9 de Julio en la presentación de su libro. El escenario era más ancho que el espacio cubierto por seguidores debajo de él y, de esa manera, delataba que la expectativa de asistentes había errado demasiado—. ¡Digamos amén! —¡Amén! —contestó...

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658. Mentira la mentira

—¡Javier! —gritó Karina, sentada en el sillón Luis XIV del salón, con un tono que le avisaba que no lo convocaba para probar unas nuevas galletas o para darle un sobre con dólares a modo de premio, aunque tampoco era un grito que anunciaba un reto. Esperó unos minutos mirando su celular y, como no hubo respuesta, repitió—. ¡Javier! —¿Me llamaste?...

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657. No bombardeen Buenos Aires

A Felipe Tomasini, que había accedido al cargo de diputado nacional por el solo hecho de haber compartido con el presidente unas horas por casualidad, le tocaba una de las decisiones más importantes de la historia. El gobierno había enviado el proyecto de ley que declaraba la guerra a la Unión Soviética —error de tipografía, dijeron desde la Casa...

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656. Escafandra

El gobierno se había asegurado de que la convocatoria a una caravana electoral fuera lo más multitudinaria posible, a pesar de realizarse un martes a las cuatro de la tarde. Por las dudas, había una base de cincuenta personas contratadas, entre las cuales se infiltraban algunos policías custodios como civiles participantes de la actividad. Como...

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655. ¡Adentro!

El presidente abrió la reunión con sus funcionarios cercanos con una pizarra blanca de un metro de ancho detrás suyo. Un gráfico de líneas hecho con marcador rojo tenía como eje horizontal los meses del año, que comenzaba en el primer mes de la presidencia, mientras el eje vertical indicaba el monto en cientos de miles de dólares. Encima, a modo...

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654. El valor del esfuerzo

Augusto quería helado. Desde el viernes a la tarde había empezado a pedirlo y para el sábado a la mañana ya era insoportable de tanto que insistía. Martín y Carla, sus padres, lo ignoraban mientras se dedicaban a otras tareas de la quinta en la que vivían. Martín arreglaba la bordeadora de pasto, y Carla juntaba los huevos del gallinero. Martín...

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653. Volver

No entendí por qué papá se había suicidado hasta el otro día, cuando entré en el banco. Me tocó a mí encontrarlo cuando llegué de la escuelita de fútbol, con un tiro en la cabeza y un charco de sangre a su alrededor. Eligió el baño para hacerlo, supongo que pensó que sería más fácil de limpiar, cosa de facilitarle a mamá la tarea de juntar partes...

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652. Cambio de roles

A Santiago le estaba mordiendo el pezón de su seno masculino un cliente en un cubículo del baño del shopping más importante de la provincia cuando se le ocurrió cómo podía resolver su situación económica y dejar de tener dos trabajos y una changa de postitución especializada en fetiches. Era mozo de lunes a sábados en un bar y chofer de...

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651. Arquero volante

Eduardo Basilotta había tenido una magra actuación deportiva en sus años de futbolista amateur. Ostentaba, sin embargo, un récord que nadie tenía: había jugado en catorce ligas regionales de fútbol. En la Liga Balcarceña había tocado el cielo con las manos, y en la Maipuense había conocido a Clara, su esposa. De cada una se había llevado...

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650. Quedate en casa

Al ministro le gustaba que sus mañanas fueran tranquilas y, de ser posible, agradables. No atendía cuestiones importantes, ni siquiera de su ámbito personal. Se dedicaba a ver redes, a mirar desde la ventana lo que pasaba en la calle usando binoculares, a leer noticias sobre River, también de Boca y, la mayor parte del tiempo, a charlar con...

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