Después de que mi vieja falleciera, la vida para mi viejo se hizo cuesta arriba. Quedamos nosotros dos solos; él, un poco más solo que yo. En casa solo había silencio, que después, intenté tapar con música fuerte. Si la música le gustaba, le hacía llorar; si no le gustaba, le hacía irse. Al principio, la tristeza se le aflojaba un poco nomás...
Septiembre 2024
295. Espía universitario
Cuando lo vi en Plaza Houssay, justo entre la Facultad de Ciencias Económicas y la Facultad de Medicina, tirado entre unos arbustos, me costó reconocerlo. En una primera mirada me pareció que se trataba de un linyera, pero, como algo me llamó la atención, volví a mirarlo. Era él, solo que muy sucio y vestido con ropa andrajosa. —¿Presidente? —me...
294. Afiliaciones
Me alcanzó con ver el acto donde Javi y Kari dieron unos discursos fenomenales. Con toda esa gente junta y la posibilidad de construir el país que nos merecemos los argentinos de bien, me decidí a encarar yo también la tarea de juntar más gente. A mis amigos les escribí; en cambio, a los viejos, los llamé. Empecé por mi tía: —Hola, tía. —¿Quién...
293. Antibalas
“No se lo saquen ni para cagar”, había exagerado el comisario Cardoso cuando reunió a todo su personal habitante en el conurbano bonaerense para informarles que el Jefe de Gobierno porteño había reclamado un aumento del uso del chaleco antibalas, al menos, en la vuelta hasta su casa desde el trabajo. César Taborda, suboficial de la comisaría,...
292. Hacerse cargo
Fue una noche de verano que hacía mucho calor. Casi insoportable. Mis tíos y mis primos habían venido a cenar, aunque creo que con ese calor nadie tenía ganas en realidad. En el departamento no había aire acondicionado y mi vieja, terca como ella sola, decidió hacer los ravioles con estofado que tenía planeados desde tres días atrás, cuando...
291. Postura fluctuante
Ese sábado, como casi siempre, nos juntamos con las chicas para hacer la previa y después ir al boliche. Yo ya sabía, por lo que decían en el grupo de chat, que Maca y Lu tenían ganas de ir a ver a Taylor Swift, y estaban re gedes con que teníamos que ir todas, porque era una fecha re importante y no sé qué. Yo a Taylor la banco, qué sé yo, pero...
290. Rottweiler
La guardia estaba más llena que nunca. Hasta el asignador de turnos, aunque fuera digital, se había agotado. La recepción había mandado a comprar varios rollos de números de cuatro colores diferentes, cosa de mantener algún orden. Pero, de tanta gente, parecía como si hubiera una misa ricotera. A cada número que se llamaba, se armaba un pequeño...
289. Triatlón
En cuanto vio que había recibido la notificación de la sesión del Parlasur por correo electrónico, Nuria Fraschini se lamentó. El partido ya le había dicho que los gastos iban por su cuenta. Eligió un vestido formal, lo envolvió con papel film y lo guardó dentro de cuatro bolsas de nylon dentro de su mochila. Luego, eligió su mejor ropa...
288. Caer bajo
Toto Zalduendo había nacido timbero. Desde la cuna, sin que sus padres le hubieran cargado las tintas, él ya jugaba a adivinar resultados de circunstancias aleatorias de la vida y buscaba rivales para que dijeran lo opuesto que él. Sus apuestas podían tratarse de una infinidad de temas, desde circunstancias casi indescifrables, como si se venía...
287. Retiro voluntario
Día a día, Rodrigo buscaba un sucucho distinto del enorme edificio del ministerio donde esconderse y tirarse un rato a dormir o dedicarse a las causas que tenía como abogado. Recibido hacía poco tiempo, aún no había armado una gran cartera de clientes, pero sí los necesarios como para dedicarles algunas horas diarias. Como no le alcanzaba con la...
286. Las fuerzas del cielo
El Papa se sentó en un banco de la Basílica de San Pedro, de cara al altar, con la espalda apoyada en el respaldar y las manos entrecruzadas. Era casi la medianoche y había pedido que se lo dejara a solas. El momento no había sido planeado, sino un arrebato de ansiedad, una necesidad de sacarse de encima la cuestión que tomaba sus pensamientos....
285. Garca
Cada vez que Marcos se cruzaba con Daniel, se acordaba nada más que de las anécdotas buenas, las del colegio, donde eran cómplices de travesuras y, entre risas, coordinaban para tomar un café y ponerse al día. La última vez, durante una convención empresarial, habían recordado el día que le escondieron el bolso a la profesora de inglés, y Daniel...
284. Costurera
Casi daba miedo verla así. Casi desnuda, las tetas al aire, apenas cubierta por unos viejos trapos de piso cosidos que le tapaban las caderas y unas bolsas de nylon a modo de calzado. Nada más. Muy sucia y algo gorda, de mal comida, pura mierda que encontraba en los tachos de basura y pan duro. A veces, una bandeja de comida preparada que alguien...
283. Sonrían para la foto
“Todos los años la misma historia”, repetía mi viejo, año tras año, en cada fiesta familiar. Y varias veces en cada fiesta, no fuera cosa que nos olvidáramos. Siempre odié las fiestas por lo falso. Como si llegar a fin de año fuera un motivo de festejo. Eso es para los pobres. Si serán chotas las fiestas que le tuvieron que inventar regalos. Y,...
282. Diferencia de criterios
Santino estaba castigado. Su padre había encontrado los explosivos preparados contra la pared de la casa, listos para ser accionados mediante un pulsador que lo esperaba escondido en su habitación. Su plan era evaluar la resistencia del muro al mismo tiempo que la potencia de las bombas que había conseguido. El castigo que había decidido su padre...
281. Payaso triste
Las risas y las flores. El verdadero éxito. La plata, no. O sea, sí… digamos, también. Pero, no. Ya no. Qué difícil. Nunca pensé que fuera a sentirme así, tan… olvidado. Como si fuera un liliputiense, un burro ignorante sin destino. Recuerdo mi primera función. Calle Florida, peatonal. Tenía, digamos, una peluca alborotada, roja, que llamaba la...
280. Medidor de reclamos
Después de la última gran traición de la cúpula sindical, el gobierno logró limitar la protesta laboral a los ítems incluidos en su nuevo Sistema Digital de Reclamos. En dicho sistema ingresaba todo tipo de demanda en la que se viera involucrado el Estado, de la índole que fuera. En caso de ser aceptado por el algoritmo, el asunto llegaba a...
279. Asado piojoso
Sonaba Los Piojos al palo. Lo había puesto uno de los diputados, que estaba emocionado con la vuelta de la banda y, aunque nunca le habían gustado, había decidido asistir a uno de los recitales. Un poco para aprovechar que estaba cerca, otro poco para tener algo de qué hablar, y mucho más para fingir que compartía un sentimiento colectivo. Eso...
278. Encuentro con el diablo
Joseph Goebbels tomaba café y fumaba tabaco, sentado en el sillón al costado de su biblioteca, mientras leía un libro de Ayn Rand que ya sabía casi de memoria. No le gustaba su estilo narrativo, pero le servía para alimentar su odio. El balazo en la sien se lo había pegado él; los demás, los del cuerpo, eran los que sus soldados usaron para...
277. Héroes de tonfa
—¿Querés ser un héroe? ¿O sos un maricón más? —el general masculló rabioso sin despegar los maxilares, al lado del oído de su subordinado y, sin esperar respuesta, gritó—. ¡Dale, carajo! ¡Hacelo mierda, hombre! El hombre vestido de traje, entonces, al mismo tiempo que daba un salto hacia el frente, dio un bastonazo a la altura de las costillas al...