542. Cultura del contenido

7 de junio de 2025 | Junio 2025

La otra noche me preocupé cuando vi que ya nadie se conectaba a mi stream. Ni mis amigas ya me ponían de fondo. No son tantas, pero son de fierro. Me puse en tetas, para ver si aparecía alguien al menos. Y ahí sí, entró un pajero y me inhibí. Cerré la compu y me tiré a dormir. Bueno, a llorar; después, sí, dormir.

Me acordé de esa charla de orientación vocacional con la profesora de inglés en cuarto año. Ya vieja, una de las últimas docentes humanas. Se hacía la copada y era tremenda estúpida.

Dijo que eligiéramos algo que pagara. Que ella había elegido lo que le gustaba y así le iba: tenía que viajar pésimo en el transporte público donde perdía su vida entera y que, los días de cuarenta grados, su aire acondicionado no le aliviaba. Que por eso nadie elegía la docencia.

En su momento pensé qué cosas me gustaban y lo que más hubiera deseado era jugar al fútbol, pero a las mujeres no se les paga tanto como para salvarse. Ni siquiera a las mejores. Y eso que son profesionales.

Así que al final estudié para ser streamer en la Parisini Streaming Academy, gracias a que mis viejos pagaron la cuota durante tres años vendiendo viandas de comida a domicilio, además de los trabajos que ya tenían.

Y al principio me iba más o menos, qué sé yo. Conseguí algún que otro canje por pavadas. Los más importantes que tuve fueron de escarbadientes y bolsas de residuos. Yo los hacía igual que todos: porque sí, por diversión casi, porque plata nunca hay.

Después de eso, empecé a caer en las views. No sé si fue por los canjes o si porque no atraigo a nadie, pero pasaba diez horas haciendo streaming y apenas se conectaban cinco. Sigo pensando que armé buenos juegos y productos, pero no funcionaron. Vi que uno me lo robó el nieto de Migue Granados.

Y con mi viejo se pudrió todo. Porque ya me venía pidiendo que aporte algo de plata en la casa, o canjes al menos. Pero no tenía nada, y para él yo estaba vagueando en el stream.

Me dijo que me busque trabajo de otra cosa. Le pedí que me pagara el curso de trader financiero y me dijo que no, que me lo pagara yo. “¿Y cómo voy a hacer?”, le dije, y me dijo que haga viandas con ellos y salga a vender… Ni en pedo.

Entonces está todo mal, nos llevamos como el culo y, como me trata mal, yo me quiero ir a vivir a otro lado. Ya tengo veintinueve. Aunque es temprano, no me parece mala edad para irme sola.

Estuve buscando alquileres y vi que ni siquiera haciendo canjes por cosas que venda por internet puedo juntar lo que hace falta para pagar. Lo peor es que intenté vender contenido erótico y… no encontré el público, digamos.

Ahora estoy tratando de cobrar en aplicaciones de citas o encontrar alguno que tenga plata como para… nada, ayudarme con estas cosas y yo le hago lo que quiera.

No me queda mucho tiempo. Yo creo que, en un par de meses, mi viejo me va a negar la comida si sigo así. Tenía que haber estudiado medicina orientada a los nuevos virus, como él me insistía antes.

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