424. Me pongo tu uniforme

7 de febrero de 2025 | Enero 2025

El partido era nuevo. Todavía no había logrado una estructura discursiva e ideológica sólida como para asentarse como fuerza política. Sí tenía dirigentes y representantes con llegada, ni hablar del mismísimo presidente de la Nación. Sin embargo, con ellos no alcanzaba. No se afiliaban los suficientes para nutrir el partido. Era necesario bajar a convencer a la calle virtual.

Para eso se llamó a una reunión con la segunda línea de cuadros, esos laderos que se movían en redes y ante micrófonos como peces en el agua. Lo más importante, la batalla cultural, la libraban ellos en el llano. Como representante de la Casa Rosada participaba solamente el vocero presidencial.

—Nuestro discurso es simple: nos enfrentamos a los grandes poderes centrales de la izquierda internacional —dijo el vocero—. Nos vamos de la OMS por sus delitos de lesa humanidad.

—¿No los vamos a defender? —sugirió uno.

—¿Cómo? —se alteró el vocero—. No. Ellos son los malos.

—Pero… delitos de lesa humanidad. ¿No era de zurdo eso? Nosotros atacamos a los que dicen que fueron treinta mil —se encogió de hombros.

—No, pero es que no fueron treinta mil. Acá fueron ciento treinta mil —aclaró el vocero.

—¿Ciento treinta? —preguntó la única chica en la habitación—. Mucho mejor, entonces. Bien la OMS.

—No, pero fueron ciento treinta mil buenos, no treinta mil… bah, no fueron treinta mil en los setenta, eso está claro… retomando, no fueron treinta mil malos como en la dictadura, digamos —contestó el vocero.

—¡Ya sé! —uno jovencito se levantó de la silla—. Podemos pedirle a la OMS que nos entrene, porque nuestros milicos de mierda no tienen ni fierros.

—Te pido por favor que no hables así del ejército en público —le sugirió el vocero.

—No entiendo, la verdad —se quejó la chica—. Somos globalistas y apoyamos a uno que es antiglobalista, promovemos la libertad pero odiamos a los putos, queremos libre mercado y fijamos precios, defendemos a nazis y a parte de la casta y encima ahora tenemos que hacer como los zurdos con la lesa humanidad…

—Miren, yo tampoco sé qué pensar sobre cada cosa o cada persona hasta que no lo dice él —se sinceró el vocero—. No es fácil, pero tampoco es muy difícil hacer lo necesario para que nos sigan pagando.

Todos los miraron en silencio unos segundos.

—Bueno, entonces repitan conmigo —retomó el vocero y empezó a leer un papel—. “La OMS fue cómplice de la cuarentena más larga de la historia de la humanidad, la peor dictadura de nuestra historia…”

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