304. Construcasa

9 de octubre de 2024 | Octubre 2024

Digo, después de lo de hoy, estoy segura de que me tengo que hacer un buen corte, un peinado así como… encendido; algo que con un par de cositas encima y con algún que otro retoque de makeup para que se note de qué barrio soy. Por lo menos, de qué parte del municipio, ¿viste, amor? Te cuento cómo fue. Te morís, te juro, te morís.

Como Bauti tenía una tarea para la materia de ciencia y tecnología, que tenía que armar un coso… no sé bien. Algo eléctrico. Teníamos que comprar cables, portalámparas, herramientas… De todo. Entonces lo llevé a Construcasa.

Cuando empiezo a ver los precios, digo, gordo, me muero. ¿Cómo puede salir tan caro este cosito?

Ya estaba pensando cambiarlo de colegio de lo cara que es la cuota. Pero no podemos, ya sé… Si no, digo, todas se van a enterar de cómo estamos.

Le digo a Bauti que elija barato. Se lo dije bien bajito, o sea… Y él elegía todo lo más caro.

Se ve que me escuchó una chica de ahí, y se acercó. Yo la vi que venía como a vender algo y ya me estaba dando vuelta para alejarme. De hecho, se me puso a hablar y me hice la otra, obviously. Hasta que escucho:

—Cincuenta por ciento de descuento en la primera compra —y ahí, o sea, se me disparó la tacaña de adentro.

—Sí, decime. ¿Cómo es? —le pregunté.

Era una tarjeta lo que vendía, de ahí de Construcasa. Te daban cincuenta por ciento de descuento en la primera compra, cuotas sin interés, y bla. O sea, escuché el descuento y dejé de escuchar.

—Sí, magnífico —le digo—. ¿La tenés para darme ahora?

—No, tiene que ir a sacarla ahí en aquella ventanilla —dice y señala una fila de negros marrones que había contra una pared.

—¿Vos te pensás que yo soy de esos? —le digo y señalo bien con un dedo como para que, digo, ¿me estás faltando el respeto?

Y no me contestaba nada. Y le digo:

—Yo viví en USA. Mirá esos bolitas, paraguayos, todos albañiles, mirá si voy a ser de esos.

Bueno, me pidió perdón, y yo me enojé, así que nos fuimos con Bauti. O sea, la tarea no la hizo, pero yo no voy a dejar que me traten así.

Y mirá que dejé pasar ese descuento que era bueno; los albañiles se llevaban de todo cuando los vi salir. Pero, digo, gordo. O sea, no. No, ¿me entendés? No soy así.

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