204. Picante suave

1 de julio de 2024 | Junio 2024

Ariel Bellini era la nueva estrella del canal. Había logrado una fama muy relevante en redes y plataformas insultando y despotricando contra la televisión como formato y, en particular, contra los programas de noticias. Tanta fue su fama que lo convocaron de un canal para que formara parte del noticiero central. Desde ahí, tendría libertad para hacer su formato, aunque algo rebajado en su lenguaje. Sin embargo, podía, al igual que en sus redes, cortar segmentos de cualquier canal para burlarse y criticar a las personas de la pantalla.

En una época de medios sin moral y arrastrados por el billete, lo menos importante eran sus insultos. Siempre y cuando atrajera al público. Se había convertido en el nuevo periodista rebelde de los medios, sin siquiera ser periodista. Ariel ejecutaba su bajada de línea desde un humor agresivo que era difícil de tragar. Se notaba en las risas de plástico de los conductores del programa donde él hacía su segmento.

Su llegada a la televisión fue un éxito. En poco tiempo tenía entrevistas por todo tipo de medios y su imagen había trascendido incluso en otros países. Entre tantos flashes era casi inevitable que lo nominaran para los Premios Martín Fierro. Y así fue.

—¡Felicitaciones, Ari! —lo saludó Nina, la chica del clima; una modelo sin idea de meteorología—. Vas a ganar el Martín Fierro, seguro —se le notaba la envidia en la voz y en la sonrisa.

—Uy, ¿en serio? ¿Me nominó la Asociación del Curro? —se rio Ariel.

—¡Sí, tenés que ir pensando tu ropa! —Nina exageraba la falsa emoción—. Si querés yo te ayudo. Es dentro de tres sábados —asintió como si quisiera que el gesto se replicara en Ariel.

—No, tranqui. Eh… —Ariel se perdió en sus pensamientos—. ¿Sabés si va Mario Orellano?

—Sí, seguro. Está nominado. ¿Por qué?

—No, que… estuve todo el año pegándole… No quiero cruzármelo. Lo que dije de la familia… aunque es verdad que la mujer es travesti. Es más, a los hijos compraron, para que no se sepa que es… ¿no sabías? Bueno, igual… está enojado.

—Pero va un montón de gente, Ari, ¿qué te va a hacer? No pasa nada —ahora sí, Nina sonreía genuina y relajada después de ver el temor en Ariel.

—No, pasa que… en tres sábados dijiste, ¿no? —dijo Ariel y vio a Nina asentir—. Claro, justo tengo que ir al cumple de un primo creo… Muy exigente, mi primo, con la presencialidad.

—Pedile disculpas porque no vas a poder ir. Esto es una responsabilidad, ¿viste? —Nina achinó los ojos—. Vos sos como un representante del canal. Es más, debe estar en tu contrato. Así que, no, Ari, vas a venir, y lo vas a disfrutar —ordenó Nina. Le encantó ponerse la gorra con el pibe que un año atrás la imitaba en sus redes, con almohadones en el pantalón para rellenar su culo.

Compartí este pasquín

¿Querés recibir un correo electrónico con los pasquines que se publican en el blog?

Suscribite completando tu nombre y correo electrónico.

Loading

Importante: Te va a llegar un email que tenés que abrir para confirmar tu correo.