178. Nombre de perro

5 de junio de 2024 | Junio 2024

Daniel Calceta, vocero del gobierno, emergió torpe de entre un cortinado pesado, nuevo, que no tenía sentido más que como fondo para la conferencia de prensa, pero que él entendió como telón de una función teatral. Tras una pequeña disputa contra el cortinado, mostró en su rostro la peor sonrisa impostada para la prensa. Los días estaban bravos con las dificultades técnicas y políticas del gobierno que venía de recibir un golpe fuerte y no se acomodaba antes de recibir el siguiente, ambos provocados por su propia incompetencia.

Ni la prensa ni la oposición entendían por qué se convocaba a una conferencia de prensa fuera de horario. Incluso había trascendido que la convocatoria había sido a las apuradas.

—Bueno, buenas tardes, noches, porque ahora anochece más temprano, pero sigue siendo la tarde, ¿no? —Calceta se veía nervioso—. Los convocamos hoy para explicar… antes de que, como siempre, ustedes empiecen con sus suspicacias y ataques, nos parece correcto hacer una aclaración. El presidente no eligió la Fundación CONIN para la entrega de alimentos porque, claro, él le decía… eh, le dice así, cariñosamente, a su perro Conan… Pero al final no era su elección, así que hacemos responsables de lo que suceda con los alimentos a esos embusteros. Ahora sí, preguntas.

Los periodistas quedaron desencajados unos segundos. Tanto que el que se había anotado primero para preguntar tuvo que relegar su turno para volver a anotarse último.

—¿Embusteros le dice a los de la fundación? —preguntó uno fuera de micrófono, como para aclarar la situación general.

—Sí —respondió Calceta.

—Buenas noches —se introdujo una periodista—. ¿Cuál fue el criterio de elección para la entrega de alimentos?

—Fue a partir de una lista en la que… Sí, a dedo —confirmó Calceta al ver a la periodista gesticular con sus labios la palabra “dedo” sin sonido—. Pero bueno, el problema fue por error mío que puse todas en mayúscula…

—¿Entonces cuál quería elegir el presidente? —preguntó otro periodista—. ¿Se fijaron si la fundación tenía la capacidad necesaria?

—Eh… el presidente no sabe cuál hubiera seleccionado porque en cuanto vio una parecida al nombre del perro se concentró en eso. Entonces yo pensé que era la elegida —y sonrió grande, más falso aún—, pero no llegamos a fijarnos la capacidad. Lo importante era repartirlo rápido para evitar el vencimiento de los alimentos.

—¿Y qué puede decir sobre la distribución dispar y que hay provincias beneficiadas sobre otras? —consultó otra periodista.

—Como dije, es todo culpa de estos soretes de la fundación que quieren engañar al presidente con su nombre. Cualquier problema en el reparto es tema de ellos… En fin, con esto me parece que está todo aclarado. Que tengan buenas noches. Buenas tardes.

E intentó salir nuevamente entre el cortinado, aunque no logró encontrar el punto en que terminaba una tela y empezaba la siguiente, y volvió al atril a sonreír hasta que se fuera la prensa.

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