33. Estado privado

17 de febrero de 2024 | Enero 2024

Hola hermanita, ¿cómo estás? Qué lindo es saber de vos y tu familia. Me alegra que estén todos bien allá en La Plata. Menos mal que pudiste comprar las plazas de estudio para este año para Nadia y Lorenzo. Estuve viendo en redes sociales que faltaban vacantes y eso había disparado los precios. Imagino que habrás conseguido descuento por ser parte del club de docentes. Por las dudas, si llegás a necesitar (Dios no lo permita), hay una escuela virtual completa de acá de San Martín, que está mitad de precio y hasta puedo averiguar por algún descuento. El otro día me acordaba cuando la abuela contaba que ella había ido gratis a la escuela y todos los días presencial. ¡Me cuesta hasta imaginarlo!

¡Mandale mis felicitaciones a Ramiro por el trabajo que consiguió! Sin dudas el área de recreación de fauna va a ser algo clave para los próximos años. 

En cuanto a lo tuyo… bueno, te sugiero que no te andes peleando tanto. Tus ideas son nobles y seguro que todo sería mejor si el mundo fuera como vos decís, pero los milicos estos te van a hacer mierda si seguís así. Claro, a menos que puedas comprarte los tuyos. Y agradecé que se dejaron comprar esa última vuelta con los ahorros de Ramiro, que si no…

Acá en casa andamos más o menos, hermanita. Parece que el gobierno lo va a comprar un alemán que nos va a subir el precio de vida un cincuenta porciento. Y el tema de servicios no se sabe dónde va a quedar porque, se dice, va a comprar las empresas de luz, gas y agua y quedaría él con la chance de definir todos los precios. Por suerte, hay alimentos baratos que vienen de Moreno, que la gente compró el gobierno y producen ellos, pero parece que de La Matanza les mandan gente a romper todo. Qué sé yo…

Por si faltaba algo, me encontraron un tumor. Sí, otro más. Esta vez, en una teta. Mirá que me cuido y pago mis médicos y remedios, que si no ya estaría hecha ceniza. 

Por suerte en lo demás estamos bien, la empresa de transporte todavía funciona bien y la guerra, dentro de todo, nos sirvió para cobrar unas criptos más en medio de todo el bardo… «Bardo», me salió solo. Parezco el abuelo, ja. Igual, lo que costó el riesgo que pasamos Ariel y yo por el transporte en el frente de batalla parece que se nos va en el pago de la extirpación de mi teta. Qué le va a hacer. Así es la vida. Ya sé lo que dirás: «no debería serlo». Y tenés razón, pero bueno. Ojalá, algún día el mundo que vos soñás se haga realidad, che.

Te mando besos y abrazos a vos y a la familia. Cariños. 

Mafalda.

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