«Este año le rompemos el culo a todos. No nos gana nadie», había dicho el presidente, apenas comenzado el 2024, en una conversación íntima con los miembros más cercanos de su equipo, donde se mezclaban temas de conversación sin hilo conductor que los ligara. De ahí que no se entendiera la relación entre la privatización del fútbol local, las competencias de la selección, los precios del dólar y del alimento para perros, el recorte de subsidios, el fin de la obra pública, las vidas de Hayek y Mises, y el acceso a créditos internacionales.
Nadie se animó a pedirle que aclarara sus deseos por miedo a ser despedidos. El presidente tenía poca paciencia. Según él, aquellos que no entendieran no debían siquiera estar ahí.
Al salir de la reunión, cada uno interpretó los designios del presidente a su manera, e intentó construir la receta indicada para «romperle el culo a todos».
El ministro de economía era el más complicado. Debía lograr recortar subsidios para ahorrar, lo cual dispararía inevitablemente la inflación que, a su vez, ejerce presión sobre el valor del dólar al quedar éste atrasado. Contener el precio del dólar, al mismo tiempo, podía limitar el acceso a créditos, dependiendo de la confianza de los mercados internacionales.
En medio de esa maraña de asuntos, se le complicaba la variable del precio del alimento para perros, así que hizo de cuenta que no se había mencionado.
Se concentró, entonces, en que se le diera una variable a su favor, una con la cual mostrar a la Argentina en lo más alto de la región. La más fácil, que tampoco perjudicaba a su plan, era subir los precios.
Desde sus pensamiento, se cubría en la idea de que los productos son, mientras más caros, mejores en su calidad.
Con ese espíritu logró convencer al presidente, esgrimiendo la carta del ahorro en subsidios como punto extra a su favor, de que la Argentina volvía a lo más alto de América, en cuanto a la calidad de los productos, según su precio.
El ministro, feliz de la felicitación del presidente, propuso un brindis por haber logrado, como nunca antes, poner a la Argentina en la cima de América. Luego de festejar, el presidente preguntó por qué estaban tan caros los alimentos para perros.
