180. Comuneitor

7 de junio de 2024 | Junio 2024

Cuando Abasowl salió de la oficina de su jefe, ya sabía que traicionaría sus órdenes. La intención de la empresa se limitaba a viajar a fines del siglo XX, conseguir trabajo en Microsfot, boicotear a la empresa y provocar su fundición. Viajaría acompañado por un único ser de su elección, y deberían, en el pasado, tomar los cuerpos de dos personas para evitar el impacto que podría provocar en el homo sapiens tener evolucionados homínidos cíborg frente a sus ojos.

 Abasowl era un ex servicio de inteligencia que se dedicaba a hacer el trabajo sucio de su empresa. Por su lado humano era porfiado y ducho para el aprendizaje más variado, mientras que, por su lado cíborg, tenía una capacidad de almacenamiento de miles de yottabytes. Además, le sobraba experiencia en viajes temporales.

Sus condiciones lo hacían confiable para realizar una evaluación del objetivo y, en base a eso, idear la mejor estrategia. Así demorara una vida entera, al retornar a su línea temporal, Abasowl se encontraría apenas segundos luego de su partida. Eso le permitía estudiar ingeniería informática, si le parecía lo conveniente para la misión encomendada.

Pero no. Él tenía otro objetivo: destruir al socialismo. En su época, el término “socialismo” se refería a una variante del Estado de Bienestar que había resurgido y gobernaba bajo el rigor de un grupo de los mejores científicos que intentaban encontrar el método que permitiera eliminar los siete pecados capitales de la especie homínida dominante de su tiempo. Era la única chance que existía. Incluso habiendo pasado períodos de comunismo avanzado, siempre surgían conflictos provocados por los pecados capitales que arruinaban el tejido social.

Para lograr su objetivo, una de las primeras medidas del régimen socialista había sido prohibir los viajes en el tiempo. No obstante, se seguían realizando de forma clandestina e ilícita, aunque con menor asiduidad, lo cual dejaba a Abasowl prácticamente sin trabajo. De ahí su ira cargada contra el socialismo.

Llegado a su destino, Abasowl ocupó el cuerpo de un arquero de fútbol, mientras a su compañía, Chpozz, le había tocado ocupar el cuerpo de su hermana. En poco tiempo cambió el plan de vida del cuerpo tomado y se dedicó a estudiar economía. Entró en política y alcanzó la presidencia. Su plan funcionaba a la perfección.

Empezó a destruir desde adentro el Estado del país que le había tocado y a sembrar un terreno propicio para la expansión de los pecados capitales. Pero su acción provocó el efecto contrario al deseado: sus medidas pusieron al sistema capitalista en jaque al punto de provocar estallidos sociales y el surgimiento de nuevas tendencias políticas que lograron, años más tarde, erradicar del mundo al capitalismo y, paradójicamente, a los pecados capitales.

Compartí este pasquín

¿Querés recibir un correo electrónico con los pasquines que se publican en el blog?

Suscribite completando tu nombre y correo electrónico.

Loading

Importante: Te va a llegar un email que tenés que abrir para confirmar tu correo.