El Intendente estaba furioso. Por culpa de la campaña impulsada por el Ministro de Seguridad, se había armado un revuelo importante en contra de su gobierno. Las encuestas decían que las repercusiones habían sido negativas y, aunque él hubiera preferido esperar (porque tenía programado un viaje para descansar una semana en Europa), le aconsejaron dar una respuesta rápida, cosa de voltear la sensación desperdigada. Lo que no podía, debido a la postura del partido, era responsabilizar por la pobreza al gobierno nacional.
El intendente pidió que fuera el mismo Ministro quien le acercara el proyecto. Quería acomodarle un poco las ideas. Ni bien el Ministro puso un pie en la oficina con la carpeta del nuevo proyecto, el Intendente empezó a reprocharle:
—Sí, pasá. Nos metiste en un quilombo tremendo. ¿Cómo vas a difundir así un video de la limpieza de pobres? ¿Encima “limpieza”, te parece una buena palabra para esto? —el Intendente estaba casi a los gritos.
—Pero, George, lo habíamos hablado. Vos usaste esa palabra y dijiste que hiciéramos el video, que a nuestro electorado le iba a gustar.
—Sí, bueno, pero que lo vieran ellos, nomás. No todos. Lo vieron un montón de pobristas, y están armando revuelo. Y la palabra limpieza la habré usado en privado, no era para difundir así.
—Pero si vos dijiste que usáramos esa palabra —se excusó el Ministro encogido de hombros.
—A ver, ¿qué trajiste ahora? —estiró la mano y, una vez que el Ministro le alcanzó el proyecto, empezó a revisarlo—. “Explicar que no todos los pobres son delincuentes… bla bla… Existen tres cat…” —se interrumpió para mirar al Ministro con enojo—. ¿Tres categorías de personas en situación de calle me metiste? Me cagaste la noche —y dejó caer el proyecto en el escritorio—. Hoy tenía que ver los menús de los restaurantes de Roma para elegir uno, y ahora, en cambio, tengo que estudiar qué tipos de negros hay en la calle. Voy a tener que pasar toda la noche estudiando para complacer a estos pobristas.
—Disculpame, George. Pero vos igual lo firmaste el proyecto anterior, lo habías visto.
—Pero yo no estoy para prever cómo impacta en mi imagen. De eso se encargan ustedes.
—Justo sobre eso te quería hablar. Ya que vamos a sacar este nuevo proyecto, ¿podemos hacerlo el mismo día del desalojo de mujeres víctima de violencia de género ahí en el Barrio Mugica? Así lo tapamos un poco con esta cara amable.
—Estaba pensando usar esto para tapar el aumento de ABL… Bueno, tapa todo, en definitiva, ¿no? Es un buen proyecto este. Cualquier cosa, digamos que el aumento es para pagarle la asistencia a los pobres y listo.

