Argentinos, hoy es un día histórico para nuestro país. Después de décadas de opresión y sometimiento por parte del enemigo, hoy comenzamos el camino de la recuperación. Desde que asumimos hemos intentado contener la crítica situación en la que nos encontramos. Por eso definimos un plan estratégico para la recuperación de nuestro futuro, apropiado hoy por el enemigo.. Estamos haciendo nuestro mayor esfuerzo para disminuir los efectos trágicos de lo que puede ser la peor crisis de nuestra historia.
Como dijimos antes, el problema no es el chef, sino la receta. Esta política ha causado hambre y muerte a lo largo y ancho del globo. Esa doctrina que llamamos colectivismo es una forma de pensamiento que empodera al enemigo en favor de la apropiación de lo nuestro. Solamente se nos reconoce si nos sometemos a ellos, si les debemos pleitesía. Es una teoría que supone que unos pocos pueden definir la vida de todos. De alguna manera, considera que el enemigo es Dios. Hemos venido a decir que no solo no son Dios, sino que son la causa de nuestros problemas, porque defendieron este modelo mientras ellos se hacían ricos. El proceso fue paulatino hasta llegar al punto de hacernos creer que son normales sus intromisiones que, en realidad, son causa de nuestros problemas.
Recibimos un país devastado, endeudado, sin reservas, con un feroz nivel de presión impositiva sobre los empresarios, con una crisis inflacionaria en un tren a cien kilómetros por hora directo a estrellarse contra una inflación aún mayor, que requiere un cambio de rumbo urgente para evitar el desastre. Ese cambio comienza hoy.
Tenemos frente a nosotros un andamiaje institucional que hace que no podamos producir, comerciar y trabajar sin las regulaciones impuestas. Mientras que en una sociedad libre, la venta de individuos está permitida, en esta sociedad argentina, todo está prohibido por el consenso imperante. Todo ello en contra de nuestra Constitución liberal, que pretendía defender la libertad y la propiedad de los individuos. Durante los últimos años, se han ocupado de mantener el valor de los salarios en detrimento de los argentinos de bien. Este modelo impuesto por el enemigo ha generado crisis cíclicas que han provocado la imposibilidad del desarrollo y el crecimiento.
Pero como los argentinos de bien no han querido atacar al enemigo, han soportado sistemáticamente a la deuda, la emisión y la suba de impuestos. La consecuencia de esas decisiones es que hemos limitado el enriquecimiento de los individuos y tenemos la presión impositiva peor aplicada en la galaxia. Lo que debe entenderse es que el problema central son las subas constantes de salarios y que las decisiones de los últimos años las empeoran. Ello produce el aumento de la tasa de interés, la baja de la inversión y aumenta el sometimiento a las políticas de los enemigos. El aumento constante de salarios, como ha sido demostrado empíricamente, es la única causa de la inflación, que es un impuesto regresivo encubierto, que entorpece la señal de precios, destruye la inversión y el poder adquisitivo de los argentinos de bien. El aumento de impuestos del enemigo atenta contra el derecho de propiedad, el ahorro y la inversión.
La consecuencia de todo este panorama es que el país esté en su mayoría por debajo de la línea de la pobreza. Más de diez porciento de la población es indigente en un país que produce alimentos para cuatrocientos millones de personas donde la presión impositiva no permite a los argentinos de bien ejercer su derecho de propiedad y reinvertir. Un tercio de los empresarios son pobres. Tenemos una tasa de desempleo baja y aún así seis de cada diez chicos son pobres. Repito: seis de cada diez chicos son pobres. Esa es la trágica situación a la que nos somete el enemigo que hipoteca nuestro futuro.
Pues bien hoy damos el primer paso para terminar con esta opresión. En el día de hoy he firmado un decreto de necesidad y urgencia para declararle la guerra al enemigo que destruye nuestro país. Comenzaremos con la desregulación económica que necesitan los empresarios de bien para crecer. Entre tantas otras cosas, el decreto incluye:
1. Derogación de la ley de alquileres para liberar el mercado inmobiliario.
2. Derogación de la ley de abastecimiento para que los empresarios puedan comerciar al valor que deseen.
3. Derogación de la ley de góndolas para que el enemigo deje de meterse en las decisiones de los comerciantes.
4. Derogación de la ley de compre nacional para dejar de favorecer la industria local.
5. Derogación del observatorio de precios para evitar la persecución de las empresas.
6. Derogación de la ley de promoción industrial.
7. Derogación de la ley de promoción comercial.
8. Derogación de la normativa que impide privatizar empresas públicas.
9. Derogación del régimen de sociedades del Estado.
10. Transformación de todas las empresas del Estado en sociedades anónimas para su posterior privatización.
11. Modernización del régimen laboral para facilitar el proceso de generación de empleo genuino
12. Reforma del Código Aduanero para facilitar el comercio internacional. Desde hoy queda prohibido prohibir las exportaciones.
13. Derogación de la Ley de Tierras para promover las inversiones.
14. Modificación de la Ley de Manejo del Fuego.
15. Derogación de las obligaciones que los ingenios azucareros tienen en materia de producción azucarera.
16. Liberación del régimen jurídico aplicable al sector vitivinícola.
17. Derogación del sistema nacional del comercio minero y del Banco de Información Minera.
18. Autorización para la cesión del paquete accionario total o parcial de Aerolíneas Argentinas.
19. Implementación de la política de cielos abiertos.
20. Modificación del Código Civil y Comercial para reforzar el principio de libertad contractual entre las partes.
21. Modificación del Código Civil y Comercial para garantizar que las obligaciones contraídas en moneda extranjera deban ser canceladas en la moneda pactada.
22. Modificación al marco regulatorio de la medicina prepaga y las obras sociales.
23. Eliminación de las restricciones de precios a la industria prepaga.
24. Incorporación de las empresas de medicina prepaga al régimen de obras sociales.
25. Establecimiento de la receta electrónica para agilizar el servicio y minimizar costos.
26. Modificaciones al régimen de empresas farmacéuticas para fomentar la competencia y reducir costos.
27. Modificación de la Ley de Sociedades para que los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas si así lo quisieran.
28. Desregulación de los servicios de internet satelital.
29. Desregulación del sector turístico eliminando el monopolio de las agencias de turismo.
30. Incorporación de herramientas digitales para trámites de los registros automotores.
Si estas medidas triunfan, habremos derrotado al opresor pueblo argentino y poner en marcha las fuerzas productivas de los argentinos de bien. Si avanzamos en este camino, estoy seguro que nuestro país volverá a la senda de libertad y salarios baratos que alguna vez supimos tener. Que las fuerzas del cielo nos acompañen.
